Eligió España para emprender y ahora tiene dos negocios

Sandra Schenkel eligió España para emprender en el medio rural. Con su bicicleta por uno de los caminos de Aracena, Huelva, el lugar que eligió.

EN BUSCA DEL SOL.

Sandra Schenkel podría ser simplemente una belga enamorada del sol del sur de España pero es mucho más. Pero mucho, mucho más. Por eso es nuestra emprendedora protagonista de hoy. Sandra eligió España para emprender y ahora tiene dos negocios, pero vayamos al principio.

Pincha aquí para escuchar la entrevista en «Emprender en el pueblo».

Nuestra protagonista nació en 1986, mitad belga y mitad venezolana, algo que probablemente hizo que necesitara salir de su país de residencia en busca del sol y de montar el negocio con el que quería ganarse la vida. La versión atleta de Sandra Schenkel fue campeona de Bélgica de 1500 metros, compitió con su selección nacional en campeonatos de Europa llegando a ser finalista. Primero un sobre entrenamiento crónico y después un accidente que le dañó gravemente la rodilla le hicieron dejar el atletismo y pasarse primero a la natación y después al triatlón. Además estamos ante una excelente matemática que daba clases en un instituto en Bélgica. Como ella dice: «lo tenía todo. Mi propio apartamento, un sueldo a final de mes», pero ella se sentía, según sus propias palabras «en una jaula de oro».

ELIGIÓ ESPAÑA PARA EMPRENDER

Como experta en todo lo que tiene que ver con el deporte Sandra diseñó su proyecto y después buscó el mejor lugar posible para llevarlo a cabo. Fue durante los seis meses que pasó en Ronda, Málaga, como monitora de ciclismo en un training camp, cuando tomó la decisión. Vendría a España para emprender con su pareja, en busca del sol y una vida más plena.

Así que se pusieron a diseñar su negocio, un training camp para atletas, ciclistas y triatletas de Bélgica y Holanda en algún lugar del sur de España. Su training camp iba a contar con un alojamiento ‘Bed & Breakfast’ como sede y desde ahí llevarían a sus deportistas a entrenar cada mañana, para por las tardes hacer turismo, conocer el patrimonio y la gastronomía de la zona y vivir una España más real de la que se vive en otros training camp que ya existían en distintos puntos de nuestra geografía.

Aquí te dejo dos cambios de vida radicales que ya han aparecido por aquí, por si les quieres conocer:

1. –> Pilar, emprendedora rural, agricultora y ganadera.

2. –> De vivir en Madrid a emprender en el pueblo.

LA BÚSQUEDA DEL LUGAR IDÓNEO PARA EMPRENDER

Sandra tenía claro que iba a emprender en un pueblo, en un entorno rural, pero tenía que contar con unas ciertas comodidades a nivel logístico. Por ejemplo era imprescindible contar con un aeropuerto a menos de 100 kilómetros, una pista de atletismo, piscina y carreteras tranquilas para pedalear. Fueron explorando gracias a Google Maps a partir de círculos elaborados con un compás en el mapa. Finalmente dieron con Aracena, en la provincia de Huelva. Este lugar cumplía todos sus requisitos y en una semana cogieron el avión y se mudaron a su nuevo hogar. Se lo pensaron poco. «¿Qué podía pasar? Si hubiera salido mal cogemos un avión y nos volvemos a casa».

LAS TRABAS DE EMPRENDER EN ESPAÑA

Nada más llegar Sandra y su pareja se encontraron con las primeras trabas burocráticas para llevar a cabo su proyecto y necesitaron flexibilizar su idea para poder llevarla a cabo. Pese a todas las dificultades, en solo dos meses, recibieron a su primer grupo de clientes. No iban a construir su propio alojamiento ni otras muchas cosas que querían hacer pero al menos estaban caminando. En ese sentido deja dos consejos a quienes quieran empezar un negocio: buscar asesoramiento de los recursos públicos existentes, así como cámaras de comercio y organizaciones empresariales y, por otro lado, buscar una buena gestoría que nos permita centrarnos en llevar a cabo nuestro proyecto.

Un emprendedor compulsivo, Niusan, ya nos habló acerca de buscar ayuda.

LLEGADA DE LA PANDEMIA Y CERO LAMENTOS

Una de las cosas que llaman la atención de Sandra es que, pese a tener su negocio parado desde marzo de 2020, no se lamenta. Ahí entra en juego la resiliencia que debe tener cualquier persona que monte un negocio. Sandra Schenkel pensó qué otra cosa podía hacer para salir adelante y decidió utilizar su experiencia como profesora de matemáticas para unirse a un negocio de clases online para niños belgas. Y es lo que está haciendo mientras llega el día de volver a recibir sus deportistas. Forma parte de un colectivo que da clases online a niños que, o bien necesitan ayuda para superar el curso o bien necesitan un estímulo adicional por su alta capacidad. Schenkel da clases desde Aracena, así que ahora tiene otro negocio que funciona bastante bien, según sus propias palabras. Eligió España para emprender en el pueblo y aquí sigue, con su determinación intacta.

Resiliencia y otras actitudes para tener éxito emprendiendo, un asunto que tratamos aquí hace algunas semanas.

Dejo el enlace a su página web, por si quieres conocer algo más acerca de su historia y su negocio –> https://www.andalusietrainingskampen.nl/es/

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Soy Pablo Franco

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